lunes, 25 de marzo de 2013




Colaboratorio. Un lugar en constante ebullición.


Todo comenzó en noviembre de 2011 (¡Cómo pasa el tiempo!). Leí en el boletín de la Unión de Actores que Sanchis Sinisterra impartía un taller intensivo de dramaturgia actoral en La Corsetería, sede del Nuevo Teatro Fronterizo. No tengo la menor idea de qué es eso – me dije – ¡Pero sonaba interesante!

José nos invitó a reflexionar sobre dos conceptos: Organicidad y Organización. Es cierto que el primero es el más entrenado en el actor y el segundo el que mayor ejercita el dramaturgo. Sin embargo, ¿pueden confluir en una sola persona? ¿Podemos los actores ser orgánicos pero al mismo tiempo organizar el discurso dramático? Un año y medio después aún seguimos investigando sobre estas cuestiones.

Muchos son los protocolos que hemos trabajado durante este tiempo. Unos han funcionado bien. Con otros, nos hemos estrellado. Pero la evolución es palpable. Cuando uno ve un ejercicio percibe que los compañeros comparten un lenguaje común, que han integrado una serie de códigos y que son capaces de poner en pie protocolos realmente complejos.

Para todos nosotros, el Colaboratorio es fuente de inspiración y entrenamiento. Pero también de reflexión e investigación. En la actualidad, estamos trabajando sobre una propuesta de los hermanos Bazo y Enrique Torres, tres dramaturgos vinculados a la filosofía de Nuevo Teatro Fronterizo. El tema: el lenguaje como arma de “insensibilización” masiva. No tengo ni idea de lo que puede salir de aquí ¡Pero suena interesante!

Por Eva Redondo 
Foto de Vivi Porras

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